En Independiza Música tuvimos la oportunidad de conversar con Onyx OD, una de las voces más auténticas y prometedoras de la nueva escena urbana. Detrás de su propuesta hay una historia marcada por la introspección, la pérdida y la necesidad de reconectar con lo esencial.
Su nuevo lanzamiento, “Take Me Home”, no solo es una canción: es un punto de retorno hacia sus raíces, hacia ese lugar donde la música y la emoción se encuentran. A continuación, compartimos una entrevista que refleja con honestidad su visión, su historia y su manera de entender el arte.
Mi vínculo con la música nació a los seis años. Recuerdo que mi madre me regaló un globo con helio, y mientras corría con él, tropecé y lo vi perderse en el cielo.
En ese instante, mi padre —guitarrista y cantante— se acercó y me dijo: “Mira, Emi, cuando estés triste, haces un blues. Solo necesitas tres notas para escaparte de este mundo y llegar a tu lugar seguro.”
Luego tomó su guitarra y comenzó a tocar Shine On You Crazy Diamond de Pink Floyd. Ese momento marcó mi vida. Fue la primera vez que comprendí que la música podía crear atmósferas capaces de transformar cualquier emoción.
Años después, tras la pérdida de mi padre, me alejé de la música durante casi una década. Pero en 2017 decidí volver, con la necesidad de reconectarme con ese instante que cambió mi vida. Desde entonces, mi propósito ha sido recrear esa sensación: usar el sonido como un puente emocional, una forma de sanar y contar historias. Así nació Onyx OD, un proyecto que representa ese viaje de transformación, fe y comunidad.
IM: La historia de Onyx parte de una conexión emocional muy profunda. Su regreso a la música no fue una decisión estratégica, sino un acto de sanación. Esa autenticidad es justamente lo que hoy distingue a su proyecto.
La esencia de Onyx OD está en transformar la vulnerabilidad en poder y el peso del pasado en liderazgo consciente. Mi propuesta busca crear una conexión real con las personas a través de la verdad, la emoción y la introspección.
Más allá de la música, mi proyecto representa un movimiento cultural y comunitario: una forma de recordar que el arte puede sanar, unir y generar propósito. Cada canción es una historia contada desde la honestidad y el crecimiento, con la intención de inspirar a otros a creer en sí mismos y en lo que construyen.
IM: En tiempos donde muchos artistas buscan “sonar bien”, Onyx busca “sentirse real”. Su música no está pensada para impresionar, sino para conectar.
Mi sonido parte del hip hop, pero está profundamente influenciado por el blues y el soul. Desde la historia con mi padre, este género se convirtió en mi mapa: sus atmósferas profundas pero brillantes, atemporales y cargadas de verdad marcaron mi manera de sentir la música y construir mi identidad artística.
Mis principales influencias son artistas como Hoke, Delaossa, J. Cole y la comunidad que hay en mi entorno.
IM: Onyx es un artista que entiende la historia detrás del sonido. El blues le enseñó a abrazar la verdad; el soul, a comunicar con el corazón; y el hip hop, a hacerlo con fuerza y presencia.
Contar mi historia sin filtros. No busco aparentar, busco conectar. Cada letra es una parte de mi historia, pero también de la historia de todos los que están intentando encontrar su camino. Si mi música puede acompañar a alguien en ese proceso, ya cumplió su misión.
IM: Su música no habla de él, sino desde él. Es un espejo para quienes también buscan su propósito entre el ruido.
En el año 2026 me veo dando un salto hacia Madrid, hacia una nueva industria, rodeado de los proyectos urbanos que me han inspirado.
En un plazo de tres años busco consolidarme dentro del ámbito urbano como una propuesta innovadora, alcanzando al menos 300 mil oyentes mensuales en Spotify, crear una red con mi proyecto que pueda abrir puertas a más gente, dar giras junto con mi colectivo y seguir capacitándome como artista y productor.
IM: Onyx tiene una visión clara y ambiciosa: crecer sin perder el alma. Su mirada va más allá del éxito individual; quiere construir comunidad, abrir camino y crear una escena más humana.
“Take Me Home” nació en Valle de Bravo, en los inicios de todo. Es una canción que escribí hace más de dos años y medio, en un momento de introspección muy profundo. Representa el deseo de volver a casa, no como un lugar físico, sino como una sensación: esa paz que uno encuentra cuando está donde pertenece.
La canción se grabó entre Ciudad de México y Valle de Bravo, y fue producida por Aztra, quien ha sido pieza clave en el desarrollo de mi sonido. En la parte vocal colaboraron Lo Sun y Erika, que aportaron su energía y sensibilidad al track.
El video oficial se filmó también en Valle de Bravo, en los lugares que marcaron mis primeros pasos.
IM: “Take Me Home” es un himno a la reconexión, un recordatorio de que a veces “volver” no significa retroceder, sino reencontrarse con lo que te hizo empezar.
Take Me Home es completamente personal. Habla de ese punto en el camino donde sientes que necesitas reconectar con lo que te hizo empezar. Para mí, fue volver a mis raíces, a la energía que sentía cuando hacía música por pura pasión.
Cada verso es un reflejo de mis procesos, de las personas que marcaron mi historia y de todo lo que tuve que soltar para seguir creciendo. Es una canción que me recuerda quién soy y por qué hago lo que hago.
Quiero que Take Me Home le haga sentir a la gente esa sensación de hogar, aunque estén lejos. Que piensen en las personas, los momentos o los lugares que los hicieron sentir vivos por primera vez.
Si al terminar la canción sienten un poco de nostalgia, esperanza o ganas de volver a su origen, entonces el mensaje llegó.
Onyx OD es parte de esa nueva generación de artistas que entienden la música como una herramienta de transformación y liderazgo emocional.
En sus palabras, en su sonido y en su manera de hablar, hay una certeza: la música no solo es arte; es un lugar al que siempre se puede volver.